CHAKRA SACRO
SEGUNDO CHACRA (SVADHISTHANA)
- Significado: svad - dulce; sthana - tu propio hogar
- Ubicación: zona del sacro y parte baja del abdomen
- Elemento: agua, materia líquida
- Color: naranja
- Simbolismo: flexibilidad, fluidez, cambio, adaptación
- Mantra: VAM
- Edad de desarrollo: de seis meses a dos años
- Sentido: gusto
- Partes del cuerpo: riñones, intestinos, vejiga, órganos reproductores
- Emociones positivas: sensibilidad, idealismo
- Emociones negativas: culpabilidad, reproches, lujuria, manipulación, traición, celos
- Actividad fisiología principal: reproducción
El chakra Svadhisthana es el chakra sacro, el segundo. Situado en la zona del sacro y parte baja del abdomen está relacionado con nuestros instintos creativos e impulsos sexuales. Se asocia con la luna, las emociones y los fluidos corporales; su símbolo es la flor de loto de seis pétalos y su color es naranja. Los órganos que rige son el útero, intestino grueso, ovarios, próstata y testículos, y su significado emocional radica en todos los aspectos de la personalidad y las habilidades emocionales y sociales.
Las enfermedades que indican que el segundo chakra se encuentra desalineado son dolores en espalda baja, dolores menstruales, quistes en los ovarios, endometriosis y enfermedades de la próstata y los testículos.
Si su energía está equilibrada y fluye bien, sentirás que los eventos de tu vida transcurren con armonía y tienes capacidad para aceptar los cambios y adaptarte a ellos. También notarás que posees vitalidad, sensibilidad, creatividad y atractivo físico y sexual.
Pero la energía del segundo chakra puede estar desequilibrada. Cuando es por exceso, uno tiende a sentirse confuso en su sexualidad; a encontrar que nada en la vida es lo suficientemente bueno; a manipular a otros sexual o emocionalmente; a tener adición al sexo, la pornografía o el placer en general. Si es por defecto, se puede ser una persona extremadamente introvertida y con tendencia a la depresión; carecer de flexibilidad física y poseer un carácter rígido; negarse al placer y sentir miedo ante el sexo; o temer cualquier cambio y no poder tomar iniciativas.
Este desequilibrio puede deberse a muchas razones: haber tenido que asumir un papel sexual de adulto a una edad muy temprana; abusos emocionales o sexuales; o haber sido víctima de rechazos, manipulaciones o abandono, especialmente de niño.